sábado, 3 de enero de 2009

"Australopithecus Enchaketatis", 2/01/2009

Image Hosted by ImageShack.us

Viernes noche, de nuevo con insomnio, aunque también le acompaña unas viejas conocidas, la ira, y la impotencia.

No es bueno enfadarse, ni siquiera sentir odio, pero a veces ciertas circunstancias en la noche te provocan esa ira, acompañada de su prima “la impotencia”, que te tocan los “eggs” pero bien tocados.

La historia se trata de que, sin tener muchas ganas de salir, me da por ir a ver a una persona a una discoteca, cuando justo entonces en la puerta me piden el DNI, a continuación se lo muestro, ¿y qué ocurre? Pues lo típico, me impiden entrar argumentándome que tengo 19, y la edad del local 25, siendo tal argumentación tan patética como decir que no comes jamón porque eres alérgico a los perros.

A todo esto añadir, que me encontraba en el Puerto, y en una noche de perros (lluvia, lluvia y más lluvia), me aventuré a coger el coche dirección Jerez, para asistir a una discoteca popular de allí, la cual hoy me ha decepcionado “tela del telón”, y no quiero nombrar, porque me niego a darle publicidad, ya sea mala o buena.

Entonces, justo después de que me negaran la entrada, la prima de la ira, la impotencia, entra en juego, sin saber por qué realmente no me dejan entrar, quiero entrar, pero me lo niegan por gilipoyeces, y no entiendo por qué unos si y otros no, cambiando “los de negro” de criterios según las personas (“uzeaze mu veleta los gaxones”). Cuando me ocurre esto, yo como joven emprendedor con ganas de cambiar el mundo, a sabiendas que no soy capaz de poner siquiera una “pizza” en el horno, decido pedir esa hoja de reclamaciones, esa hojita de varios colores que creemos que por rellenarla entraremos y cambiaremos parte de este mundo. La cosa, es que la pide un amigo y la rellena, a todo esto el “simio de negro”, dijo algo como “u a uu ah u ah u hu aha hu”, dialecto de simios el cual traducimos gracias a la ayuda de un corresponsal de National Geographic en “El Libro de la Selva”, y que venía a decir algo así como: “si la rellenáis no entráis más, y que sepáis que esto de rellenarla al dueño le pasa por los “eggs”, y vuestra denuncia la partirán en el Ayuntamiento, como ya ha pasado con varias actas incluso rellenadas por la policía”. Después de todo esto, mi impotencia se multiplica, y siento por mi cuerpo, una transformación, en la que se encuentran, en una orgia, la ira, la impotencia, la lluvia como invitada vip, y la “caratonto que se me queda”, teniendo miedo a sufrir una transformación a lo Goku, Pókemon o Digimon.

A estas horas de la noche, y estando cálidamente en el sofá de mi casa, sigo sin entender como unas personas sin capacidad para razonar, se pueden poner al frente de una empresa y decidir qué tipo de gente entra y cual no, basándose en unos criterios tan poco coherentes, que creo que son el fiel reflejo de ellos mismo (orangutanes enchaquetados). Pero bueno, es la historia de siempre, ves que te impiden entrar y entonces entran esas niñas que con las tetas por la barbilla, coquetean con el portero, le dan dos besos y entran, a sabiendas que son menores de edad que tú.

Pensando sobre todo esto, te das cuenta que la autoridad lo es todo y que se impone la ley del más fuerte, coincidiendo en la mayoría de los casos con el mayor grado de imbecibilidad llevada al extremo multiplicado por infinito. También recalcar, que la justicia no es justa (gran pero cierta contradicción en el término), pero bueno, en fin, la historia de nunca acabar es esta, y ahora reflexionando un poco más en el hecho ocurrido esta noche, y siendo tales “australopitecus enchaketatis” quienes deciden quién entra y quién no entra en el local, me planteo la siguiente cuestión, si tú fueras dueño de una empresa, ¿dejarías como gerente a tu mascota? Es cierto que dicen que las comparaciones son odiosas (portero=mascota), pero aunque digan eso, creo que es porque a veces las verdades duelen, y estas comparaciones son tristes realidades de la sociedad en la que vivimos.

Sin más, un saludo a todos aquellos orangutanes, que dirigen nuestra diversión.

PD: Si eres chica, posiblemente esta historia ni te sonará.

5 comentarios:

  1. Si hay un colectivo de personas a las que daria una paliza y me iria con gran satisfaccion, son a los acertadamente catalogados como orangutanes...Aun con 28 tacos sigo encontrandome con problemas para entrar en los sitios, quizas el ser una persona trabajadora, con 50 leuros para gastar en copas, bien arreglado con camisa y con aspecto de ser una persona de lo mas normal del mundo, es para muchos un impedimento en sus locales...Que me pidan el DNI la verdad me agrada, señal de que quizas parezca mas pequeño, pero que me llamen a unas levis de mas de 80 leuros calzado deportivo, me indigna bastante, pues aun en estas tierras de catetos que nos encontramos (jerez-puerto) me sigo encontrando esos comentarios, me niegan el acceso por segun sus criterios no llevar el calzado adecuado...Pienso que los porteros deberian ponernos a todos una alfombra roja al entrar, ya que gracias a nosotros, ellos cobraran esa noche....LA vida es muy larga y da muchas vueltas, y ya habra ocasion de devolverselas a todos...

    ResponderEliminar
  2. Gracias por especificar que las niñas menores de edad que entran en las discotecas y coquetean con los orangutanes son aquellas, no solo menores, que llevan las tetas por la barbilla. Y digo esto porque soy chica y sufro los mismo que sufris los chicos en muchos casos en el mundillo de la noche. No importa que seas chicas, si no le enseñas hasta el "alma" al orangutan de turno, no entraras en el local, aunque seas una señorita decente y educada que va de la mano con su chico y que tambien esta dispuesta a gastarse el dinero que les da de comer a esos orangutanes para poder pasar una noche agradable con su pareja.

    Ultimamente esta chica toma la opcion de hacer botellon, que sale mas barato y no se tiene que pelear con ningun australopitekus...en fin, los politicos que prohiben el botellon deberian preguntarse por qué los jovenes de hoy en dia practican esa conducta...kizas no somos unos borrachos, sino que no podemos ir a charlar o a bailar con nuestros amigos porque existen estos cancerveros que guardan la puerta de su casa y solo se apartan al olor de carne fresca...

    ResponderEliminar
  3. hola soy alvaro,desde mi punto de vista esto va mas a alla,los porteros no estan cualificados para razonar y entender q ir de sport a una disco no es sinonimo d mal gusto..es mas no tienen ningun sentido de la moda..ya puedes ir en chandal q si vas con zapatos entras..pero la culpa d eso ya no es de los proteros es de los dueños del local q contratan a dichos orangutanes sin sentido comun y que tambien les indica los criterios a seguir sobre el perfil de clientela..si eres tia y estas buena entras ya que seras reclamo de aquellos hombres que no pueden pasar una noche sin ``mojar el churro´´a mi como hombre esto me apena y me discrimina,algunas mujeres no se dan cuenta que son utilizadas como simple reclamo sexual y si algunas se dan cuenta les da esactamente igual:ya estan dentro..el mundo de la noche es muy sexista,en ciertas discotecas t ves que dejan pasar niñas de 16 o 17 años y a los tios a partir de los 21,espero ser algun dia padre y pensar q mi ija menor de edad sera utilizada como reclamo sexual de hombres ya curtiditos cuanto menos me hierve la sangre,pero bueno este es el mudno de la noche en cadiz

    ResponderEliminar
  4. A mi la única vez que me negaron el paso fue en Comedia y por ir bien vestido jajajaja manda cojones. Pero el puerta tuvo que agachar la cabeza a los pocos minutos porque mi amigo conocía a uno de los que mandan y para dentro. Me gustaría saber en qué sitio te negaron la entrada Alberto.Soy xerabar

    ResponderEliminar
  5. la foto del mono....
    muy xula!!!!

    xk se parece a un niño k se llama jordi perez castelló´

    si lo raptan nos acen 1 favor...
    es d coña

    ResponderEliminar